Esta no es una noticia más, sino un abrupto adiós involuntario. Esta mañana hemos empezado a recibir los primeros rumores sin confirmar sobre la muerte de nuestro compañero Luis Sánchez. A medida que pasaban las horas el rumor se consolidaba y la incredulidad entre sus allegados afloraba.
Recientemente había contactado con él para realizarle una entrevista y tras su publicación le invitamos a escribir para este humilde medio local. No tardó mucho en responder con su primer artículo: Malentendidos la mitad más uno la hija de Juan Simón o la que han liado dos vaquillas. Y al poco de aparecer publicado volvió con una propuesta potente, la publicación de un artículo al mes bajo la columna «Tiempos de Condotiero», en donde llegó a escribir una primera columna bajo el título: Porqué escribo si nadie me lee.
Nos quedaremos sin saber qué otras ideas tenía por plasmar, cuántos textos se quedaron en el cajón y que nunca verán la luz. Nos quedamos con sus dos libros, con sus charlas con sus ideas y con el ejemplo de persona, compañero y ser humano que fue.
Nos quedamos ahora con un nudo en el pecho y con la respuesta a su último artículo en el aire: Sí, Luis, te leemos, porque necesitamos leerte, por lo que dices con tus palabras y ahora, más que nunca, para tenerte cerca. Gracias.