La portada que da la bienvenida a la feria de El Cuervo de Sevilla volverá a lucir este año… pero el calendario aprieta. El Ayuntamiento ha adjudicado en agosto la reparación integral de la estructura y su instalación eléctrica por 16.966,62 euros (IVA incluido), y ha fijado un plazo de dos meses desde la notificación para ejecutar los trabajos. Si todo discurre sin sobresaltos, el calendario encaja justo antes del encendido del alumbrado del miércoles 8 de octubre, el acto que abre tradicionalmente la feria (prevista del 9 al 12 de octubre).
La intervención se ha dividido en dos frentes: electricidad y carpintería. En el primero se sustituirá todo el tendido y elementos de iluminación —portalámparas, bombillas, mangueras y cuadro— para garantizar un funcionamiento seguro en los días de mayor uso. En carpintería se renovarán los tableros deteriorados, se colocarán tableros marinos y molduras de pino, y se habilitarán dos accesos laterales discretos para facilitar el mantenimiento interior sin desmontajes mayores. El objetivo es combinar imagen y fiabilidad: que la portada luzca bien… y que no falle cuando más se la necesita.

La adjudicación llegó con rebaja sobre el presupuesto base, que partía de 18.089,50 euros. Es decir, el consistorio ha conseguido un ahorro de algo más de 1.100 euros respecto al precio previsto inicialmente. Son cifras habituales en contratos de este tamaño, pero aquí el dato relevante no es el importe, sino el tiempo: el margen real entre el fin de obra y el encendido se mide en días. Por eso, la clave en las próximas semanas será la coordinación fina entre carpintería y electricidad, pruebas completas de iluminación con antelación y una recepción formal de los trabajos antes del día 8 para no vivir la habitual carrera de última hora.
Más allá del reloj, la actuación persigue alargar la vida útil de una pieza simbólica del recinto ferial. La experiencia de años anteriores —con el encendido en torno a las 21:30 del miércoles— aconseja llegar con los deberes hechos: la portada no es solo un decorado, es una instalación que soporta calor, polvo, vibraciones y una gran cantidad de encendidos y apagados en pocos días. De ahí que se apueste por materiales resistentes y por un circuito eléctrico completamente renovado.
Queda, por tanto, un trabajo silencioso pero decisivo.